Aprovechando la entrada de la ola de frío siberiano la semana pasada, quisimos hacer una actividad que hacía tiempo queríamos hacer que era pillar dicha cascada helada. Así que el plan fue pasar el sábado escalando el Edu, Carol, Cepe, Cristina, Rubén (Mula), Tamara, Raul y yo en unas paredes que nunca había estado yo, cerca del pueblo de Roda de Ter.
Dicha pared es una antigua cantera que algún buen samaritano ha equipado, la gran mayoría de ellas picando agujeros artificiales o pegando piedras en la pared. Me recordaba mucho a algunas vías que teníamos antes en la clausurada Fuixarda.
Hay vías de todos los grados, desde IV hasta me pareció ver un 7b (aunque no me despertaba mucho entusiasmo) jajaja. La pared pensábamos que estaría al solecito y estaba a la sombra, pero como el grado apretaba en alguna de ellas enseguida entramos en calor.
Después de pasar la mañana y parte de la tarde, nos fuimos Cepe, Cristina, Raul y yo, hacia el parking del Sallent donde hay unas barbacoas, donde habíamos quedado con Alex, Lau y Ricardo.
Encendimos el fuego y empezamos a hacer la comida, cada loco con su tema: Careta, butifarras, pollo, entrecots....
A la mañana siguiente sin estresarnos mucho con el frio y después de desayunar, hubieron varias bajas, algunas previstas y otras no, pero decidimos entrar Ricardo, Alex y yo.
Hicimos la aproximación y al llegar a la base de la cascada descubrimos que la última rampa de 40m estaba con un buen grueso de hielo, así que hicimos bien en llevar el 100, porque la última instalación estará tapada por el hielo.
El descenso se hizo sin ningún contratiempo rapelando el 15, 17 y 35 donde costó un poco llegar a la R debido al hielo, y de esta R empalmamos el 40+40 en una única tirada.
Me llamo Christian y esto es un diario de mis actividades de montaña y viajes.
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